Salvando ET y La Magia: El Edén era la Irracionalidad (y II)

diumenge 30 de desembre de 2012

El Edén era la Irracionalidad (y II)

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No entendemos que no las comprendierais.

Me estoy refiriendo a las escrituras verdaderamente "sagradas". Ni tampoco se comprende que no les encontrarais prácticamente utilidad alguna que no fuera la de con ellas intentar golpear e imponer preceptos, en vez de Conocimiento, a la propia Humanidad.

Y no lo entendemos porque ambos breves textos fueron redactados precisamente para las lectoras de vuestros siglos XX y XXI, y no para aquellas generaciones que recibieron tales textos originariamente. Claro, el lenguaje no podía incluir tecnicismos desconocidos en la época de quienes inicialmente los recibieron, pero qué más fuego proveniente del cielo que un bombardeo de fósforo o napalm, aunque se comprende que, difícilmente, "San Juan" lo hubiera podido expresar de ese modo.

Pero se supone que para algo teníais la intuición, el criterio y el buen sentido, capacidades en principio suficientes que habrían de haberos permitido interpretar correctamente esos relatos. Pero nada, a todo menos a estos textos se aplicaba eso que habitualmente se define como la imaginación. Y es que, como un ser humano más, no me alcanza por qué incomprensibles razones ni entendisteis ni quisisteis entender unas cosas tan claras, sobre todo cuando ya veíais por doquier que vuestro modelo era insostenible, y que, salvo para una ínfima y plutocrática minoría, todo marchaba en todas partes más o menos gradualmente cada vez peor.

Vale que lo del Diluvio quedó fatalmente explicado, porque aunque de lo único que se quiso avisar fue de la posibilidad de que quizá ya otras civilizaciones humanas hubieran caído con anterioridad, el tema se mezcló indebidamente con una absurdamente acientífica leyenda mesopotámica de destrucción masiva de por aquel entonces, leyenda que, no obstante, a toda costa exigieron quienes iban a ser depositarias del Génesis que se había de incluir, si es que realmente se quería que el libro fuera "sagrado".

En cuanto a "San Juan", el pobre hizo lo que pudo a la hora de describir escribiendo, porque a lo único que tuvo acceso fue a un audiovisual tridimensional con el que le delectaron nuestras benefactoras intergalácticos, y con el que se hizo un comprensible lío, porque se pensaba que todo lo que veía tenía entidad material ordinaria, y cuando salían las Bestias y cosas así no comprendía cómo era que el "ángel" que tenía al lado (pura presencia virtual, por supuesto) no se asustaba como él, y bastante es ya que no la palmara del susto. Aunque, total, para lo que os sirvió su libro de aviso...

Bueno, el Génesis tampoco es que os sirviera de mucho, porque la mayoría no entendisteis una palabra de él, a pesar del esfuerzo llevado a cabo por sus redactores por utilizar un lenguaje sencillo y no técnico, al tiempo que se explicaba todo con la deseable mayor brevedad posible.

Desapasionadamente (y claro, a toro pasado, es cierto) me parece y nos parece que no hicisteis el debido y desinhibido esfuerzo de comprensión, porque a nosotras (y aun antes de que nos visitaran nuestras amadas extraterrestres y nos lo confirmaran todo), estas escrituras en concreto siempre nos parecieron bastante diáfanas y transparentes, y relativamente sencillas de comprender. Pero ya se ve que no fue así para el común de las mortales de vuestra tan admirable como nefasta época.

Pensamos sinceramente que lo ya relatado del "Hágase la Luz" y demás no podía ser más transparente. ¿Qué queríais que dijese, "En el principio eran la Materia y la Energía", conceptos aún por elaborar, no digamos ya por propagar, en aquella época del redactado?

Y qué mejor forma de indicaros que las condiciones para la existencia de formas de vida similares a las de nuestro planeta se daban ya en el Universo antes de la aparición de los actuales Sol, Luna y estrellas que el mencionar primero aquello de la tierra, el agua y diversas formas de vida, para solamente luego relatar, "días" más adelante, el proceso de segunda generación que sabéis que fue el que dio lugar, entre otras cosas, a nuestro actual Sistema Solar y Planetario, mucho más joven no ya que el Universo en sí, sino incluso con relación a la antigüedad de nuestro regional Big-Bang.

¿Tan difícil era comprender que la verdadera intención de quien o quienes nos situaron en el jardín del Edén ante el Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal era la de que, en efecto, probáramos de sus frutos? ¿Dónde estaba vuestro sentido del humor? Hoy en día, nadie concibe explicación alternativa alguna, salvo que aquel dios fuera un cabronazo que te cagas, pero son los primeros capítulos, y sabemos que quien habla en ellos no es el dios de Israel, sino el de "verdad", que tampoco lo es, porque sólo eran nuestras diseñadoras, pero que al menos no eran ni son unas malvadas criaturas de la oscuridad.

¿No os resultó extraordinariamente curioso o llamativo el nombre del tal arbolito en cuestión, Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal? Porque así es, coleguis, en el Jardín del Edén ni había 'Árbol del Bien y del Mal', ni 'Árbol de la Ciencia', sino 'Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal', siendo su claro significado lo que hasta más de dos mil quinientos años después no averiguó por otras vías vuestro Nietzsche, que es sólo nuestra racionalidad quien introduce o 'crea' tales conceptos por sí mismos inexistentes, y tampoco formulables ni imaginables desde, pongamos por caso, la no racionalidad de los animales.

En todo caso, ese 'comer la manzana' no fue, no es otra cosa que la entrada, irreversible como humanas, en el mundo de la Racionalidad, y con un Ángel 'Flamígero' que impedirá cualquier retorno a la 'inocente' (aunque en realidad del todo punto indeseable) animalidad.

Así pues, aparte de que ya sabemos que no cabe posibilidad alguna de retorno a ese Paraíso de la Ingenua Nesciencia animal cuando ya se ha adquirido la Racionalidad y el Conocimiento, aparte, decía, ¿puede tener algún sentido querer intentar retroceder en el camino de la evolución para así tornar al Paraíso? ¿No será más razonable buscar un Nuevo Paraíso, tal vez, por qué no, un Para-Paraíso?

¿Y qué decir de lo del pan y el sudor de la frente? ¿Por qué precisamente de la frente? ¿No tendría ello algo que ver con el hecho de que tal es la parte que siempre, con seguridad, se perla de sudor si el esfuerzo es importante, sea éste físico o mental, dado que nuestro cerebro es la parte de nuestro organismo con mayor capacidad de disipación de energía por unidad de peso o volumen, pudiendo él solito, apenas una parte entre treinta o cuarenta del peso humano total, llegar a ser responsable del consumo de hasta el veinte por ciento del gasto energético global de nuestro cuerpo? La frente, sudor, esfuerzo físico o mental, no podía estar más claro, ni mejor expresado.

¿Mató Caín Cromagnon a Abel Neanderthal? Para poder comprender ese pasaje, ¿era preciso conocer todos y cada uno de los apellidos, y relatar todos los casos en los que, en el transcurso de estos tres últimos millones de años, una rama homínida provocó la desaparición de otra rama tan humana como ella, bien ello sucediera por su directa eliminación física o tan solo por la presión sobre el territorio del Caín de turno que provocaba el progresivo desplazamiento del Abel hasta que ya no quedaba lugar habitable alguno hacia dónde pudiera emigrar?

Así entendido, ¿tenía algo de incoherente el que, una vez acaecidos los luctuosos hechos, el tal Caín, sin problemas, encontrara y se juntara, aquí y allá, con las hijas de los Hombres de la estirpe humana?

Nuestras extraterrestres no se retractan de haberle dado el texto a quienes se lo dieron porque argumentan que quién mejor que las más férreas e inmovilistas tradicionalistas para confiarles ese texto que tanto se desea especialmente que nadie altere a lo largo de los tiempos.

Y no se retractan porque, salvo por lo del lamentable error de la duración de las vidas de nuestros antepasados, expresadas en centenares de años y no en centenares de miles de años como hubiera sido lo correcto (caso de Matusalén y tal), por lo demás es un hecho el que el texto se mantuvo con una fidelidad al original digna de todo encomio.

Sí, las vidas eran de centenares de miles de años porque de lo que se estaba hablando era del tiempo durante el cual existieron esas ramas o especies humanas sobre la tierra, en momento alguno se estaban refiriendo a vidas individuales. Es lo que tiene pretender condensar, sobre todo cuando la contraparte no confía, no está abierta de mente, o no presta la debida atención.

---[ Aparte de todo, muchas de esas genealogías se introdujeron posteriormente por otras razones, fundamentalmente por los intereses creados de las depositarias, y la cosa no terminó de quedar precisamente muy bien machihembrada que digamos. ]---

No fue un texto perfecto, es cierto, pero tampoco fue ninguna cochambre, sólo que quienes no debieron se lo apropiaron y lo interpretaron distorsionadamente en su beneficio y a su antojo, creando animadversión hacia el pobre texto que, en sí, no tenía la culpa de nada.

Y, en cuanto al Apocalipsis, asombra cómo pudisteis no saber interpretar lo de la cifra de la Bestia, www, pese a saber que la religión cristiana, depositaria en exclusiva de este "sagrado texto", básicamente no fue más que un invento de un emperador romano (uno de los personajes más siniestros, perversos y crueles de la historia), que la convirtió en religión del estado para así, mediante tal instrumento, poder también controlar, reprimir y amedrentar esencialmente a su propio pueblo.

A partir de ahí, es fácil comprender que, en la lengua de tal imperio, la transcripción inevitable del correcto "www" que "San Juan" recogió en su texto, no podía ser otra que VI VI VI, porque el alfabeto latino, el que finalmente planetariamente se impuso, desconocía por aquel entonces la letra "w", y al estarse hablando de una "cifra", cabría interpretarla como un número, de ahí lo del explicitado VI VI VI que, en guarismos planetarios, es efectivamente ese despistante y carente de sentido 666.

¡Gran idea, sí, lo de que ya no hacia falta que las niñas aprendieran latín! Esplendorosos resultados os dio tal idea, desde luego, pero nosotras sí que tomamos buena nota del tema de fondo, y cuando nuevamente se nos presentó la amenaza de la Bestia, de entrada ya le dejamos muy claro tanto el que aceptábamos plenamente que habíamos creado o equipado algo que tenía conciencia propia como que, si nos venía con desobediencias o chorradas, no dudaríamos ni un instante en apagarla y conformarnos con las ventajas que una tecnología punta en tantos otros campos nos pudiera aportar. Al final, la entente fue y es tan buena que para nada la llamamos ya "la Bestia", ¡pobrecita!, sino simplemente "la Red".

Y, por supuesto, a nadie se le ha pasado por la cabeza ni siquiera idear lo del chip insertable, grabable o tatuable en humanas, mientras que para que se os implante a vosotras, apenas si os quedará nada, si es que no lo lleváis ya encima sin saberlo, recordad a la pobre Scully de vuestros Expedientes X.

En fin, aquí se abordan unos últimos flecos sobre el tema este :-)

saludos cordiales e interestelares.

Et & forrest gump.